Mantengo mi fe en Dios no solo como el creador de nuestra existencia, sino también como una pieza esencial que completa nuestra humanidad. A través de las épocas, he observado cómo la verdad se ha velado ante nuestros ojos, lo que me ha llevado a una búsqueda constante de conocimiento, a escuchar activamente, a aprender y, en ocasiones, a desaprender para abrazar conceptos que realzan los fundamentos de nuestra narrativa histórica humana. Al igual que un diario de navegación, aspiro a dejar mi huella en el viento, a transmitir un mensaje que alcance a aquellos piensa lo mismo que yo.